Travesía por los Himalayas


Desde las Annapurnas, Diosas de las Cosechas, hasta Sagarmatha, la Frente del Cielo.-

domingo, 14 de abril de 2013

De Syange a Tal









Al fin nuestro exitoso primer día de caminata. No vale aclarar que es trepping, del verbo trepar, esto será así todos los días, ya que todos los días iremos más y más arriba hasta prácticamente tocar el cielo con las manos, hasta estar en las nubes o sobre las nubes, de hecho, dentro del cielo. Nuestro camino previsto de hoy terminaba en Chyamche. Según lo investigado debíamos tardar hasta ahí de cinco a seis horas, pero para nuestra sorpresa, en tres horas y media estábamos en Chyamche. Aprovechamos a comer unos momos y decidimos seguir  y adelantar un poco el camino, era un mediodía temprano, y como por ahora hay muchos albergues, en pequeños pequeñísimos pueblos, sabíamos que en una o dos horas más o tres horas más de caminata, íbamos a encontrar seguro otro lugar donde descansar. Acá estamos en un Tal pueblito que se llama precisamente así: Tal. El albergue es muy bonito, pintoresco, de paredes verdes con puertas lilas y marcos azules en las ventanas. Todos, en todo el pueblo, y en todos los pueblos, son muy coloridos, muy alegres. Tienen parque donde nos sentamos rodeados de enormes Himalayas por cuya piel, como venas, surcan vertientes de agua. Algunas de ellas, impresionantes. Desde Syange hasta aquí, nos han sorprendido cascadas enormes, cataratas. Todo el trayecto bordea el río Marsyangdi, a veces cerca, pero en su mayoría, mucho más arriba de las márgenes, al principio por un lado y, luego de Chyamche, sobre la otra orilla tras cruzar un puente temerario. Estos puentes colgantes son mi primer síntoma, en toda mi vida, de vértigo. Están tan altos sobre los rápidos tumultuosos del río, y son tan anchos.  Son más de cien metros sobre la cuerda floja, balanceándose colgados del aire. El sendero fue sobre piedras en su mayoría, excepto en un tramo en que cruzamos un campo de marijuana silvestre y luego otro sector de bambúes y rododendros.
En Tal, paramos en Peaceland house, dormir aquí cuesta 100 rupias nepalesas, 1 dólar con 17 centavos. El dhal baat cuesta 400 rupias, 4 dólares  con 70 y nos sirvieron dos veces el plato completo.

2 comentarios:

  1. Maria todo es alucinante,desde hacer un viaje asi en compañia de un hijo, pasando por los paisajes, la adrenalina, el,coraje y la valentia, les mando deseos de cumbre exitosa y un grandisimo beso!!!!

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  2. Gracias Ana!! Vos siempre nos acompaniás!!!!! Muchos besos para vos!!!!

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