Travesía por los Himalayas


Desde las Annapurnas, Diosas de las Cosechas, hasta Sagarmatha, la Frente del Cielo.-

jueves, 25 de abril de 2013

Lumbini 1













La ciudad donde nació Siddharta Gautama, Buda, en el año 563 AC.
Llegamos luego de reincidir y volver a subirnos en un autobús nepalí. La ruta era de cornisa, como siempre, pero pavimentada y un poco más ancha que el temerario camino a Tatopani. El hecho de que sea pavimentada, con baches, obviamente, sirve para que los colectivos jueguen carreras. No hay forma de viajar tranquilo en Nepal. Este viaje fue un poco mejor que los otros, el mejor de los peores. Nepal, como destino, no nos convence para nada. Para nada. Hay algo por descubrir, pero qué. Todo está lleno de polvo. Todo está lleno de ruido. En Palestina, bajo la ocupación, la gente lleva un standard de vida mil veces mejor que acá, pero les falta la libertad. Pero acaso esto es libertad? No poder elegir un medio de transporte seguro, no poder elegir ir a la escuela, no poder elegir pagar la electricidad y tener el servicio. En este preciso momento, hay dos generadores que me aturden los oídos, peor que en Gaza que también funciona a energía de generador. Dónde están los maoístas? Dicen que ahora tienen buena proporción en el Parlamento. No he investigado mucho, pero la calidad de vida en Nepal deja mucho que desear.
Llegamos a Lumbini, a poco más de 200 km de Pokhara, después de un viaje de casi 8 horas! Es una barbaridad. El primero colectivito nos dejó en Bairawa y de ahí tomamos otro, apiñados, apiñadísimo, que hizo los 21 km restantes en una horita más.
Hay luna llena, perfecta luna llena, y resulta ser que en la luna llena de entre abril y mayo, nació Siddharta, así que hay una gran fiesta, y un quilombo insoportable de gente. Fuimos a la zona de templos, yo soñando con encontrar el reducto de paz y meditación de los monjes vestidos de bordeaux y mostaza, pero en lugar de eso encontramos ruido, gente gritando por altoparlantes y un millón de puestitos de globos, fritangas, guitarras de plástico. Horrible. Esperamos poder volver mañana en la mañana y no encintrar mucho tumulto para poder entregarnos a lo que el ligar convoca.
Estuvimos en el árbol. Ahí había un poco más de paz, seguramente obligada por los monjes. Agarrada a ese árbol Maya Devi, parió a Siddharta.
Hasta el momento, salvando a las montañas, Nepal no me conmueve. Me da rabia.

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