Travesía por los Himalayas


Desde las Annapurnas, Diosas de las Cosechas, hasta Sagarmatha, la Frente del Cielo.-

miércoles, 22 de mayo de 2013

De Namche Bazaar a Lukla










Un largo camino de Namche Bazaar a Lukla, todos los caminos que van o vienen de Namche...  Salimos a pocos minutos de pasadas las 8 de la mañana, después de hablar un rato con el chileno José Ignacio. Un chileno de Pucón a quien gustan las montañas y conoce de la Patagonia, ambos lados de la frontera. Quedamos para la Huella Andina. Vamos quedando con varios. Yo voy promocionando. Reparto algunas lapiceras que me quedaban. Ya se anotaron varios para hacerla la próxima temporada: el ucraniano, Sergei, Pepe de Murcia, y ahora José Ignacio de Chile. El sendero de hoy, de Namche a Lukla, es el regreso de lo que hicimos en dos días durante la subida, el día 1 (uno) –de Lukla a Monjo- y el día 2 (dos) –de Monjo a Namche Bazaar. Hoy, soñando que total era todo bajando, decidimos hacerlo de un tirón. Nada más lejos de la realidad, no es “en bajada”, es un sube y baja constante e interminable. Fue el día más largo. No llegábamos nunca. Sin embargo nos viene bien llegar antes de lo previsto, porque nos acabamos de enterar que hay mal tiempo desde hace varios días y los aviones no están saliendo, lo que significa que hay muchos pasajeros varados, en lista de espera, para  salir de Lukla. Al menos eso es lo que nos dicen. Los albergues están llenos de pasajeros que desde hace al menos un par de días esperan salir. Hoy, según nos dijeron, fletaron sólo seis avionetas. En cada una entra 16 pasajeros, la azafata, y los dos pilotos, y hay cientos de turistas en Lukla que necesitan regresar a Kathmandu. Nosotros creíamos ilusamente tener reservado vuelo a través de la dueña del albergue de Pnagboche cuyos padres tienen un albergue en Lukla donde también suponíamos tendríamos reservada habitación. Al llegar, no tenemos ni cuarto, ni vuelo.
Lukla es un descontrol, o al revés, un sector controlado por una mafia que vive y se enriquece de esto: reprogramar vuelos, vender enlaces en helicóptero para aquellos que no pueden esperar, y mientras esperan, a los que esperan, hospedaje y comida necesarios e ineludibles. Todo Lukla circula por el aeropuerto y tranza con unos y con otros.
Nosotros tenemos varios días de changüí y estamos deliberando qué hacer. Compramos el mapa que abarca la zona de Phaplu y Jiri y barajamos la posibilidad de salir caminando, dos o tres días hasta Phaplu, algunos días más hasta Jiri. Nuestro vuelo a Tailandia es el día 14 de mayo en la mañana. Hoy es 9 de mayo, aparentemente tenemos suficiente tiempo.  Si caminamos a Phaplu, podemos tomar un jeep desde ahí hasta Kathmandu.
En la noche salimos con Martín a hablar con gente del lugar. La mayoría de los turistas quedan varados un promedio de 3 a 4 días. Nos dicen que la ruta a Phaplu podemos hacerla en dos días y que la carretera para el jeep, si bien es un camino con deslaves, para ellos está bien y es “normal road”. Sabemos lo que significa: una cagada.
Preparamos todo como para salir caminando pero esta vez no hay equipo. Están cansados. Creo que soy la única dispuesta a seguir de a pie, aunque no era lo que pensábamos, a mí me parece por el momento la opción más viable y segura. Un helicóptero a Kathmandu nos cobra 500 dólares por persona, una guasada, la mafia del aeropuerto de Lukla. Encima que es el nº 1 más peligroso del mundo hay que lidiar con estas tranzas. El mal tiempo no amaina. Está nubladísimo y caen algunos chaparrones.
Durante el trayecto largo de hoy, Stella caminó descompuesta todo el día. Pesado para todos y peor para ella. Si caminamos a Phaplu barajamos la posibilidad de contratar un porteador, ahora sí. Nuestro trepping terminó y necesitamos correr, aligerar el peso en la espalda, ayudará.
Martín y yo hicimos el trayecto de hoy en 8 horas, Stella llegó una hora después, débil por la descompostura que la tiene a mal a traer desde la noche. Estamos en un albergue con una dueña muy simpática, muy amable. Nos cuesta 200 rupias. En el camino compramos unos bollos rellenos a 30 rupias, en Lukla cuestan 50, rellenos de papa y otras verduras, con picante!
Nos han sugerido que mañana vayamos directo al aeropuerto a las 6 de la mañana a ver si conseguimos pasajes para salir. Mañana es un día decisivo.

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